El pasado miércoles, 26 de septiembre, celebramos el tercero de nuestros Desayunos ODS, los encuentros organizado en colaboración con la Red Española para el Desarrollo Sostenible y que tienen el objeto de generar conversación alrededor de la Agenda 2030 y concienciar sobre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que la conforman.
En esta ocasión y tras las anteriores ediciones del Desayuno ODS en las que contamos con María Cortés Puch y con Miguel Ángel Moratinos, nuestro ponente fue Carlos Mataix, profesor del Departamento de Ingeniería de Organización y director del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid, itdUPM.
Una de las principales afirmaciones a extraer de la ponencia de Carlos es la de que el verdadero desarrollo sostenible “no será posible sin que se establezcan alianzas entre los estados, los mercados y la sociedad civil”. Esta afirmación es sin duda del Objetivo 17: alianzas para lograr los objetivos.
El ODS número 17, un metaobjetivo
Este “metaobjetivo” surge durante la creación de la Agenda 2030 de la propia necesidad de establecer acuerdos entre los diferentes agentes, todos ellos necesarios en la consecución de los ODS. Como explicaba Mataix en su intervención, los tradicionales modelos lineales en los que el Estado desarrolla su agenda propia, sin contar con los agentes privados o la sociedad, han demostrado su incapacidad para el éxito. Por tanto, es el momento de las alianzas y los intercambios de conocimiento entre todos los implicados en el desarrollo sostenible.
Esta forma de pensar y de actuar —admitía Mataix en el Desayuno ODS— es aún incipiente, pero debemos mostrarnos optimistas en vista de algunas “iniciativas inteligentes” que están demostrando que se puede lograr la colaboración e interconexión entre las esferas público-privada y colectiva-individual.
Uno de los ejemplos que Mataix puso en valor durante su intervención es la iniciativa “Campus Comestible” de la Universidad Politécnica de Madrid. Se trata de un proyecto piloto que busca fomentar el consumo de alimentos sostenibles entre los estudiantes y promover el desarrollo sostenible a través de la agricultura ecológica, de temporada y de proximidad.
Ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo sostenible
Para la consecución de los 17 ODS, según Mataix, es imprescindible una nueva forma de entender la tecnología, la ciencia y la innovación, ya que el acceso a ellas no es igual en los 193 países firmantes de la Agenda 2030.
Al contrario de lo que muchos podrían pensar, Mataix ve en esta desigualdad una oportunidad para la innovación. Afirmaba que las empresas tienen un rol muy importante en los países en vías de desarrollo que jugar en materia de innovación, ya que “deben buscar soluciones que también se puedan aplicar en países desarrollados”.
En esta línea, Carlos Mataix nos hablaba de sus tres D del desarrollo sostenible:
– Dirección de la innovación: que las trayectorias de la innovación se asienten sobre unas guías que nos permitan asegurarnos de su orientación al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
– Distribución de la innovación: asegurar que la innovación llega donde más se necesita y las prioridades están establecidas.
– Diversidad en el proceso: que se incorpore la inteligencia social colectiva para encontrar soluciones a problemas altamente complejos.
Carlos Mataix se mostró optimista respecto a la consecución de los ODS, aunque insistió sin duda en la necesidad de encontrar espacios virtuosos de interconexión entre los diferentes agentes que intervienen en la sostenibilidad: todos nosotros, tanto desde las instituciones públicas como desde la empresa privada o la sociedad civil.